En esta nueva entrada analizaré y comentaré brevemente uno de los vídeos propuestos desde la
asignatura titulado: “Jugando a mamas y papas" y dirigido por Marisa Crespo y Moises Romera. Ha sido galardonado con 33 premios y proyectado en cientos de festivales de todo el mundo. A continuación os dejo el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=0Y1yf1R9K5s
Este vídeo ya lo había visto hace tiempo, pero cada vez que lo veo se me pone la
piel de gallina viendo la triste realidad. La primera vez que leí el título, me
imaginaba una niña (porque normalmente dado los estereotipos y roles de género,
son las niñas las que suelen jugar simbólicamente a juegos relacionados con el
cuidado, mientras que los niños prefieren otro tipo de juegos como son
construcciones, coches…). Continúo. Me imaginaba una niña imitando a su mamá y
papa en casa hablando, viendo la tele… Estaba muy confundida, el cortometraje muestra la cruel realidad que se vive en muchos hogares: violencia de género.
En él se puede visionar como la niña que hace el papel del padre llega
cariñosamente a casa y se pone a comer. Sí, se pone a comer, porque la comida
ya estaba cocinada por la mujer encima de la mesa. Cuando prueba la comida y ésta no es de
su agrado comienzan los desagradables e interrumpidos insultos “puta”, “inútil”
o frases como “me tienes harto, me tienes harto”. Mi pregunta es: ¿Quién tendrá
harto a quién? Ese día la niña (rol de padre) puso la excusa de la comida que
será una de las tantas que habrá escuchado en su hogar, pero podría haber sido
porque la cuchara estaba a la izquierda en lugar de a la derecha o porque el agua
estaba demasiado fría ¡NO HAY EXCUSA QUE JUSTIFIQUE TAL VIOLENCIA!
El corto continúa viéndose como la niña (rol de padre) golpea a la muñeca (rol de
la madre) y seguidamente se arrepiente con frases como: “no lo voy a volver a hacer” o “por favor
perdóname”. Muy típicas en los maltratadores.
Lo que más me llama la atención del corto cada vez que lo veo es el final. La
madre entra por la puerta y pregunta: ¿Qué haces? A lo que la niña responde: “Jugando
a papás y mamás”. No hay más que ver la expresión de la madre o el comentario
del padre al entrar por la puerta: “Cariño ya estoy en casa” para darnos cuenta
de que la niña estaba reproduciendo TODO LO QUE VE Y VIVE EN CASA.
Ahora me gustaría comentar brevemente algunos aspectos que para mí son de vital
importancia en este tema.
Muchas veces creemos que por ser niños/as de edades
tempranas no son conscientes de lo que está ocurriendo en el hogar, y ellos/as,
a mi parecer, son totalmente víctimas de esa violencia.
No podemos olvidar que el
primer medio social que rodea al niño/a es su familia, agentes en la
construcción de su identidad, y es ahí, en la donde prejuicios sexistas pueden
estar presentes, produciendo una transmisión inconsciente de unas generaciones
a otras (como es el caso de esta niña), marcada por la división sexual del
trabajo y la diferenciación de roles (jugando a papas y mamas).
Los/as niños/as no nacen con una identidad de género diferenciada, sino que la
adopción de la identidad es el resultado de un proceso sociocultural. Este
proceso está sujeto a las múltiples y diversas influencias que ejercen los
distintos marcos: familia, escuela con su currículo explicito e implícito,
medios de comunicación de masas, grupo de iguales… POR ELLO DEBEMOS DE
TRANSMITIR LOS VALORES CON NUESTROS ACTOS Y NO CON NUESTRAS PALABRAS.
¡Es un tema muy complejo y que genera gran debate! ¡Seguimos en contacto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario